domingo, 30 de enero de 2011

Mención Honorífica: Ten Years After


I’d love to change the world” (1971) del álbum “A Space In Time”, es el resultado de la conformación como banda de Alvin Lee (guitarra y voz), Leon Lyons (bajo), Ric Lee (batería) y Chick Churchill (teclados).
1967, Inglaterra, y después de que por orden de mención, este cuarteto inglés se hicieran llamar “Ten years after”, inició una trayectoria característica que en la actualidad, poco se conoce, pero mucho se reconoció, sobre todo en el año 1969, gracias a su actuación en el histórico y maravilloso festival de Woodstock, con una interpretación de 11 minutos de “I’m going home”, parte de su segunda producción, titulada “Undead”(1968), posterior a la primera “Ten years after” (1967), y antecesor de “Stonedhenge” (1968) y” Ssssh” (1969), elementos clave de su consagración, además de 9 álbumes más, posteriores, no recopilatorios.
Al seleccionar a “Ten years after” como protagonistas de la cuarta nota sobre rock, surgió una misión obligatoria para justificar un “popular” lugar emblemático en el crecimiento y reconocimiento de bandas que hicieron público el género “rock blues”, o algún matiz visible que se codeara con la ola de propuestas que experimentaban con fusiones musicales, y regalaban ritmos que marcaron muchas bases para géneros de bandas contemporáneas.
Y bien, como obligación, y para explicar mi teoría, contextualizar, en primer lugar, la salida de los sesenta, en donde, por mencionar algunos, Clapton inventaba la “Creme”, Jimi Hendrix hacía un ruido infernal con la guitarra, Janis Joplin ponía en alto el sonido del “rock blues”, Led Zeppelin emergía, Neil Young no dejaba de proponer y el rock progresivo daba sus primeras señales de vida con King Crimson; y en segundo lugar, la entrada de los setenta, donde grupos como Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabath, incluso Queen (si no me creen, chequen los primeros discos y la influencia que los inspiró en sus inicios) formaban las bases del “heavy metal”, el majestuoso “Dark side of the moon” de Pink Floyd-Gilmour y Rod Stewart fusionaba ritmos como el “blues rock” y el “hard rock”, surge una competencia casi imposible de superar.
Entonces, finalmente, puedo decir que “Ten years after” debería merecer un lugar honorífico en el repertorio de rock de cualquier rockero, sobre todo, en el instante donde surgen las creativas fusiones de ritmos como “rock blues”, sin embargo, mi teoría apunta, a una lamentable (para ellos) excelente competencia, la “harta” producción ($) y los reconocidos genios que ya estaban bien posicionados en el mercado del rock, más si ustedes, tuvieran alguna otra teoría que pudiera explicar semejante fenómeno, estaría bueno que la informaran, mientras, les dejo esa actuación soberbia en Woodstock...




1 comentario:

  1. Tienes razón, en Ten Years After encontramos la misma magia generacional que nos otorgaron los autores que has mencionado; escuchándolos tampoco puedo deducir por qué no lograron la consolidación, sin embargo, creo que Joplin, Hendrix, Zeppelin y demás bandas eran líderes y exponentes de la subcultura de lo "ideal", en aquél entonces siendo un novedoso momento, dirigidos por las disqueras que acababan de descubrir sus nicho de oportunidad, centraron la mirada en las bandas y solistas que pertinentemente les parecieron necesarias. Ten Years After afortunadamente lo conoces tú, para presentárnoslos a todos.

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