
Contextualizar, en este momento, uno de tantos contextos que tuve que delimitar para poder explicarme bien cómo es que esta banda funciona, situemos los 80 New York’s rock, y para ésto, regresar un poco, justo el final de los 70, es necesario: A partir del apogeo y popularidad del New Wave como nueva corriente musical, la cual estaba sonando muy bien desde Inglaterra con grupos como The Cure, surge en Nueva York la contraparte: El No Wave, que tiene como característica primordial obviamente, contradecir el lado comercial del New Wave, pero también, mostrar un lado sin etiquetas sobre un género que delimite algún sonido específico.
Tomando estas bases, Thurston Moore en guitarra y voz, Kim Gordon en bajo, Anna DeMarinis en teclados y Richard Edson en batería, iniciaron en 1981, en Nueva York, una historia compleja por sus intensos cambios (tanto en integrantes, disqueras, como en sonidos) que delimitaría mucho del rock alternativo de los años 90.
Creando una necesaria y quizá, involuntaria etiqueta, Sonic Youth inicia su “inicio musical” bajo el género “Noise Rock”, aquel que era flexible en cuanto al “hecho y deshecho” con instrumentos. Dentro de esta etapa, surgen tres innovadores discos, caracterizados por su ruidoso, revoltoso y desagradable sonido: Sonic Youth (1981), Confusion is sex (1983) y “Kill Yr Idols” (1983).
Con un repertorio de 16 diferentes albúmenes, me parece destacable mencionarles la etapa que yo considero, delimita la esencia de esta agrupación:
1985, en el “Bad Moon Rising”, se expone un acertado cambio, la integración del pop al sonido, pero con la característica de no dejar atrás la base experimental. Bajo esta premisa, Sonic Youth lanza, pese al cambio de disquera e integrantes, Evol (1986), contenido en mayor volumen la integración del pop. Sister (1987), inspirado en la obra de Philip K. Dick, es el disco más aclamado de la banda, y desde mi punto de vista, el que de verdad marcó la línea que seguirían los géneros experimentales de bandas posteriores en la escena del rock.
Más adelante, y ya apuntados al éxito, el doble Daydream Nation (1988), brinda a la agrupación un reconocimiento mayor, considerado por la Rolling Stone, Spin Magazine y Pitchfork, como uno de los mejores discos de los 80.
A partir de los 90, y con 8 albúmenes posteriores pero menos innovadores, que no perdían la línea musical de sus sonido, la decadencia comienza, y es que después de haber rebasado la creatividad de hacer ruidos extraños aclamados, “Rather Ripped” surge como álbum que no innova y más bien, copia y sigue parámetros de música que sonaba mejor en bandas de la época. Para 2007, lo que marca el fin de la larga y creativa carrera de este grupo, es lanzar un disco con Starbucks. Con lo anterior, la contradicción a la ideología de la base musical de su sonido, caracterizado con la rebeldía a parámetros musicales, y por ende, sociales, perjudica la apreciación del material entero, que realmente nunca propuso. Finalmente, es 2009 el cierre, “Hits Are for Squares” es lanzado como recopilatorio.
“En fin”, esperando que de algo haya servido toda esta información, percepción y contextualización (parece texto de libro de historia), ojalá a más de uno de ustedes les surja alguna curiosidad por escuchar la carrera entera de esta agrupación, o quizá, aunque sea, y por cultura general, esa etapa en donde realmente la creatividad del humano es evidente y tangible. Más si ustedes, letrados, ya eran sabedores de esta interesante etapa en el rock estadounidense, rememoren y disfruten lo que fue la base de grandes contemporáneos. Y para no perder costumbre, ahí les va mi favorita…Schizophrenia
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